LA UTOPÍA. LO RADICAL.
- Una aventura revolucionaria hacia lo desconocido -
Published by aka.quimera - 26/06/2023










FIGURAS:
1.- Archigram, The Instant City, 1964 – (Imagen)
2.- Lebbeus Woods, La Habana, 1994 – (Imagen)
3.- Marc-Antoine Laugier, destacado hombre de letras y teórico de la arquitectura, 1713-1769 – (En texto)
4.- Superstudio, The Continuous Monument, 1969 – (Imagen)
5.- Constant Nieuwenhuys, New Babylon, 1969 – (Imagen)
6.- Archigram, Plug-In City, 1964 – (Imagen)
7.- Fernando Birri. Cineasta argentino - Eduardo Galeano. Escritor y periodista uruguayo. – (En texto)
TEXTO PUBLICADO
“Radical, el término plantea de inmediato una cuestión de origen, la de una relación con los principios primeros, con las raíces olvidadas de la práctica arquitectónica (…)”
MIGAYROU, Fréderic. Radicalismos europeos. Catálogo de la exposición Arquitectura Radical. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, Sevilla, 2003. Pág. 2.
La influencia de las utopías como fuentes inagotables de inspiración en las generaciones posteriores de arquitectos, es manifiesta. Es ahí donde reside su verdadero mérito, en nunca haber construido nada, pero haber dejado una huella eterna.
La paleta de utopías es colosal. Siempre diversas en cronología, concepto, forma, contexto… lejos del alcance e intención de este texto, pero todas contienen rasgos comunes dentro su concepción y origen.
Las utopías nacen de un estado de inconformismo, fruto de una necesidad de cambio dentro del sistema y la reformulación de la arquitectura desde su semilla original y primitiva, como ya propuso Marc-Antoine Laugier.
Todas las utopías arquitectónicas, en realidad, nunca lo fueron. Siempre van cargadas de todo lo demás. Son al mismo tiempo sociales, políticas, económicas, tecnológicas, ecológicas… Son entonces, en sí mismas, la definición de Obra Total, que por su irremediable destino, nunca será.
Se plantea entonces una pregunta muy clara, ¿Qué sentido tienen? Haciendo un recorrido por las cárceles de Piranesi, las utopías urbanas de Owen y Godin, el optimismo de Archigram, el metabolismo y las megaestructuras japonesas, la crítica de Superstudio, el mundo alternativo de Lebbeus Woods, la Nueva Babilonia de Constant Nieuwenhuys y los dibujos de Iakov Chernikhov y Hugh Ferriss, entre otros incontables ejemplos, se subraya siempre un fin último. La crítica, el desaliento, la necesidad, la vuelta al origen, nuestro anhelo imparable por conseguir algo mejor, el escapar de nuestras cárceles y divisar un mundo nuevo.
En definitiva, tanto nuestros edificios, como nosotros, somos perecederos y marchitaremos inevitablemente. En cambio, nuestras ideas y pensamientos, son un paso más en el camino, preparados para ser tomados como relevo de una nueva generación, que como nosotros, aspirará a continuar esta senda y atisbar nuevas posibilidades de habitar, todos juntos, en este lugar al que llamamos hogar.
“La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.”
Fernando Birri. Cineasta argentino – Eduardo Galeano. Escritor y periodista uruguayo.
Escrito en Madrid por Íñigo Lacosta (Arquitecto)


